De entre todas las historias que se incluyen en el libro, sólo hay una que no logré terminar, o al menos no logré llevar a un punto en el que sentirme satisfecho. La guía de París que sostiene mi madre en varias de las fotografías nunca he sabido cuál es. Cuando me propuse descubrirlo, pensaba que sería cuestión de pasar un par de días buscando, tal vez una primera consulta en Google, otra en páginas como ebay o Iberlibro, y la definitiva en los archivos de la agencia del Isbn. Nada más lejos de la realidad. En todo este tiempo no he logrado conocer ningún dato, ni el más mínimo e insignificante.


Me han ayudado desde algunas librerías de viajes preguntando a sus distribuidores, he escrito a librerías de segunda mano importantes, incluyendo alguna de París, y he consultado bases de datos españolas, francesas y americanas. Nada. No la encuentro. Hablándolo con amigos, hemos llegado a la conclusión de que puede ser una guía conseguida directamente en París, de esas que están disponibles en varios idiomas y todas comparten portada (aun así, tampoco he encontrado esa guía en idiomas diferentes al español), aunque todo son especulaciones y un intento de llegar a una solución que nunca parece estar cerca.


Sé que todo esto puede sonar raro, que en opinión de mucha gente no debería ser algo importante, pero todo se resume a una cuestión de detalles. Cuando recompones una historia, los detalles son la clave, y cuando has reconstruido un viaje de varios días a través de unas diapositivas familiares, algo tan simple como una guía es un pedazo más de la historia y tiene que ser contado.


Por eso cuelgo aquí la poca información que poseo de ella, fruto de pequeños recortes en las fotografías. Si la conoces, si crees reconocer algo en ella, si cuando fuiste a París, un vecino, ese que es del Barcelona y con el que te has tomado alguna cerveza te dejó una parecida, escríbeme. Da igual el dato que tengas, por pequeño que sea siempre se puede estirar. Te estaré eternamente agradecido.